Aún me sigue sorprendiendo. Aún me sigue emocionando. Aún siguen revolviéndose los humanos en los estómagos de las mariposas; como no caben, ¿qué van a hacer? Expotan. Eso es lo que tengo. Restos de las mariposas que una vez revolotearon en mi estómago. Hartas de volar siempre por lo mismo. Hartas de creerse que ya no vuelan. Dios, cómo sigo sintiendo vuestras alas. ¿Cómo podéis no existir y seguir volando? El tiempo no existe. Y cómo duele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario