18.4.11

Sólo la mitad te vio llorar aquella noche, y aún sangra. Sólo la mitad nos vio correr desatados de locura y vientos confusos de estrellas vacías. Sólo la mitad nos vio morder -tan incorpóreo y a la vez tan duro- el polvo. Sólo la mitad lo sabe y no sé cómo, todos nos miran. Sólo la mitad ama, y la otra mitad somos. Porque somos mitad, y la otra mitad arde.

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